Ahora ya se ha ido…
y yo sigo leyendo la letra más pequeña
de esta soledad que he contratado.
“Te hablaré mientras cruces la ciudad de las dudas,
cuando tengas dormida la costumbre de ignorarte.”
Y leo…
y me sorprende la extrema lucidez de lo impensado.
Ya conoces la voz de lo deshecho,
el idioma inmortal de los secretos,
lo que arroja la última palabra
de una conversación definitiva.
Luis Oroz.
Recitales y contemplación
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Es triste estar "literalmente" aislado.
Uno no puede ampliar, como quisiera, su "mirada" poética.
Cuando se interactúa (físicamente) en actos "literar...
Hace 13 años
4 comentarios:
Qué bonito Luís y qué razón tienes cuando dices que la letra pequeña sólo la leemos después haberse producido el desastre, de lo deshecho, de una conversación definitiva que firma con la tristeza de una última palabra.
La extrema lucidez de lo impensado... Ufff...
Un abrazcísimo
Marian
Muchas gracias, Bleti, existen contratos con los que uno no cuenta, firmas que estampamos con el solo hecho de vivir.
Siempre son un lujo tus visitas.
Besazos vacacionales.
Luis Oroz.
Hola Marian, otro achucón para ti.
aprovecho para darte la enhorabuena por la revista virtual, nunca hay desperdicio.
Avanti, amiga.
Luis Oroz.
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