Has vuelto una vez más
sobre tus pasos
el rastro de una estela interminable.
No hay agua en tu paisaje, no hay orillas
ni pájaros que asuman el vacío de unos ojos anónimos.
Pero miras las páginas, reconoces la playa y resumes tus olas
como un cuento en la boca de tu madre.
De lado a lado expiras tu silencio.
Tal vez extraviaste la piel detrás de los sentidos,
como el -¡amor! de un ciego;
hundiste tus palabras al oído de la oscuridad
y nadie pudo abrirlas.
-¡Escúchate y comprende!
Sólo existe el abismo cuando el eco responde,
cuando encuentra la ausencia su perfecta metáfora.
Tú regresas ahora con los dedos perdidos
en la niebla traslúcida, disecado en distancias
y habiendo sumergido tantas veces la cabeza en el aire.
Porque rompen los sueños contra el muelle de la incertidumbre
y salpican, confusos, su inocencia de espuma;
has venido a sentirte.
Crece el tiempo en sus ruinas…
Con un golpe de remos te desplazas de nuevo del salitre a la vida,
y abandonas el cuenco de mis manos;
esta balsa que flota,
a la deriva,
bajo el puente colgante de tu respiración.
Luis Oroz.
12 comentarios:
También cabe felicitarte desde tu casa, Luis, rincón más íntimo que los foros, y compartir lecturas. Fraternalmente.
Salud.
Julio G. Alonso
Impecable, Luis...
Un abrazo
Marian
Buenísimo este poema. Hay que buscarse primero para encontrar nuestro reflejo en las aguas del mundo. Y debemos desasirnos de las habituales manos que nos sujetan a la orilla o al contrario, agarrarnos desesperadamente a ellas cuando despegamos. Hay que aprender a reconocer nuestra voz entre todas las resonancias que nos habitan.
Un beso desde este Madrid extrañamente húmedo y frío.
Vengo lo leo, me hipnotiza y me voy con tus versos bailando en mi cabeza, vuelvo lo releo y cada vez me parece mejor...
¡¡Impresionante!!
Un beso.
Mil gracias, Julio, por la visita y por la amistad.
Estas son, efectivamente, nuestros pequeños y casi entrañables rincones.
Un abrazo, amigo.
Un besazo, Marian, gracias por tus ojos, amiga.
Besazo.
Hola Luisa, mil gracias por venir.
Describes a la perfección ese "reflejarse" en otras aguas. Es esa mi razón, la de todos, porque todos estamos unidos por un lazo invisible, que a su vez necesitamos para mantenernos a flote.
Es un placer comprobar cómo tu mirada se une al poema, a la sombra de todos nuestros miedos.
Un besazo, amiga, desde esta isla, poética y fría.
Muchas gracias, Paloma, por tu generosidad.
La palabra crece en la mirada profunda, eso está claro.
Por eso la vida depende tanto de personas sensibles.
La poesía, en general, nos ayuda a mirar desde ese lado anónimo de nosotros mismos, a comprobar que existimos también de otras maneras.
Un besazo, amiga.
Real y a un tiempo etéreo. Unos versos deliciosos, para leerlos con mimo, con mesura, sorbo a sorbo, procurando que no acaben nunca.
Cuanto más te leo, más me gusta cómo escribes.
Siempre fiel a tus letras, te mando un abrazo lleno de versos.
Me gusta, Ana, ese apunte tuyo; realidad etérea, evanescente.
Y es que lo invisible puede ser incluso más real que lo físico. De algún modo, nunca deja de permanecer.
Eso pasa con las sensaciones, siempre están ahí, sujetas a nuestra inconsciencia.
Mil gracias, Ana, por arrojar tu luz a mis letras, por convertir la niebla en faro, la palabra en abrazo.
Besos,amiga.
-¡Escúchate y comprende!
Sólo existe el abismo cuando el eco responde,
cuando encuentra la ausencia su perfecta metáfora.
========================
Un gusto leerte compa!
Abrazote- Iben
Gracias por la visita, Iben.
Ya sabes, siempre el placer es mío.
Abrazos.
Publicar un comentario