No mires tan al fondo,
allí se difuminan la verdad y el peligro.
En la cueva sagrada de una edad infinita se descuelga tu piel
y suenan tus palabras como insectos perdidos,
como un vibrar de pájaros
sobre el abismo de cualquier deseo.
El eco de la vida reverbera en tus ojos,
anuncia su prisión en cada perspectiva
y convierte lo efímero en perenne.
¡Agita tus pestañas!
(son la mano imposible que sujeta la materia lumínica,
la celda que retiene en cada guiño al asesino de la oscuridad)
y no mires al fondo;
el que mira muy lejos acaba siendo víctima de su propia distancia.
Aprende a ver el todo que la obviedad esconde
y tendrás el poder de lo insignificante;
aquello que se expande,
como un beso,
por las eternas grietas de un minuto caído.
Ya arrojaste tu fuerza, como un ancla, sobre el azul de la melancolía.
Por eso eres feliz,
por eso crece el miedo en el desierto de tus esperanzas.
Mírate…
estás huyendo en círculos ahora,
eres consciente,
alígero,
temible
como el instinto viejo del murciélago
suspendido en la luz de su ceguera.
Luis Oroz.
25 comentarios:
Somos murciélagos, Luis, y cada vez tenemos más estropeado el sonar. Es más fácil detenerse y permanecer quieto, que avanzar hacia un futuro que nos muestre las respuestas. Creo que en el fondo intuimos que no serán las que queremos oír. Y reflexionar cuesta tiempo y dinero; tiempo que no tenemos y dinero; el que pierden los grandes almacenes, mientras intentamos pensar.
Buen poema. Creo que ya lo conocía, pero sigue dejándome ese poso incombustible de todo lo tuyo.
Un beso fuerte.
Quizá todos seamos cobardes cuando nos enfrentamos a lo que deseamos. Y tal vez, más en el amor. Supongo que es por el la posibilidad de perderlo, de no alcanzarlo. Nos asusta la soledad, tememos perder.
Excelente poema, Luís.
Un placer leerte nuevamente.
Abrazos.
Eres absolutamente imprescindible... así, llana y sencillamente.
Un fuerte abrazo
Marian
Gracias, Luisa, por permanecer cerca. Hay veces que eso vale más que cualquier otra cosa.
Es un poema un poco enrevesado, pero que intenta mostrar esa cobardía que muchos escondemos en forma de conformismo.
Un besazo, amiga.
"...el que mira muy lejos acaba siendo víctima de su propia distancia."
Impecable, como siempre. Y dime, ¿de qué fuente bebes para que fluyan así tus palabras y todo ese mundo interior que reside en tu desván de versos infinitos?
Un abrazo amigo poeta.
PD. Ya he sido mamá!!
Sí Luis, tienes razón...Si miramos al fondo, no vemos lo que hay delante, la realidad hecha de pequeñeces muy importantes...
Estoy aprendiendo a ir paso a paso disfrutando de las sorpresas delicadas y pequeñas que me pone la vida delante.
Un abrazo
No sé si todos, Javier, pero muchos lo somos, y a veces las palabras nos sirven de éfimero escondrijo.
Un abrazo , compañero, y gracias por estar.
Y tú, Marian, eres tan generosa que ya te considero familia.
Un besazo, poeta.
Y graaaacias.
Hola Ana. "Hablas" y tus palabras se impregnan de ese inconfundible aire poético.
Mil gracias, amiga, por tu abrazo de letras.
Un besazo.
Hola Esmeralda.
Una especie de Carpe Diem, pero desde el universo de los sentidos.
Y es que todo lo importante se suele disfrazar de cotidiano.
Gracias por venir, amiga.
Un besazo.
Me olvidaba, Ana.
!Felicidades por la maternidad!
Poesía viva, sin duda.
;)
Impactante ese final, Luis.
Besos.
Laura
Qué decirte Luis, el poema me parece magnífico, como todo lo que te he leído. Déjame hoy que destaque unos versos que me taladraron de una forma especial, me parece que encierren toda una filosofía de vida:
"Aprende a ver el todo que la obviedad esconde
y tendrás el poder de lo insignificante;
aquello se expande, como un beso,
por las eternas grietas de un minuto caído"
¡¡Fantástico!!
Besos.
Laura, mil gracias por tu huella.
Siempre es un auténtico placer recibirte.
Un besazo, poeta.
Muchísimas gracias, Paloma. Los versos que citas son, de alguna manera, el asidero del poema, en ellos se mueve la importancia de las cosas sencillas; aquello que vemos pero que nunca nos paramos a mirar.
Un besazo, amiga, junto a esta gratitud.
Bella y perfecta, como siempre, Luis.
Un inmenso placer leer tus versos.
Un beso.
S.
Un gran poema. Clarividente, como un escáner de nuestros perfiles anímicos. Nos acercas a esa existencia que cada uno arrastramos, llena de pequeños fuegos y también miserias.
Es tu mundo poético un aluvión de ideas e imágenes, sutil y magistralmente engarzadas.
Mi enhorabuena.
Un abrazo.
Mil gracias, Soledad.
ya sabes que siempre me alegra encontrar tu sensibilidad, amiga.
Un besazo.
Eres muy generoso conmigo, Perfecto.
Gracias por tu paso y tu milimétrica visión poética.
Un placer descubrir tu caudal.
Fuerte abrazo.
Luis Oroz.
Eres un tipo muy interesante Luis y tu poesía, también.
Sí.
"Aprende a ver el todo que la obviedad esconde
y tendrás el poder de lo insignificante;
aquello que se expande,
como un beso,
por las eternas grietas de un minuto caído".
Luis, este último verso me ha cautivado, me detiene su belleza y su glorioso sentido. Un abrazo grande.
Increpas al otro y el otro es el lector y el lector acaba haciendo sudario del poema.
Abres los ojos al otro.
Magistral, Luis.
Un beso
Laura
Gracias, Amparo, por tu generosidad.
Todo mi cariño contigo, siempre.
Mil gracias, Aigua.
Un enorme placer sentirte por aquí.
Un besazo, amiga.
Laura, gracias otra vez.
Esa disposición tuya hacen de ti y de tu poesía un territorio felizmente transitable.
Todo mi cariño, amiga.
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