Le sorprendí mirándome a los ojos,
era un hombre callado,
y en las manos llevaba, sin saberlo,
la anestesia de todas las derrotas.
Tenía una sonrisa deslabiada,
una de esas que surgen cuando el tiempo,
a golpe de recuerdo,
te lanza un crucigrama de ilusiones.
Y quise preguntarle;
-¿tú quién eres? ¿por qué miras mis ojos
y derramas
tu realidad de luz sobre la tarde?
parece que te hubieran tatuado
adioses en los párpados,
¿o es que nunca miraste tan de cerca
la oculta libertad
que encierra en las pupilas otro cuerpo?
Él levantó la mano anestesiada
y me enseñó su página,
una inyección espesa de palabras
a medio tranferir sobre sus venas.
Entonces comprendí lo que pasaba;
un poeta no vive cuando escribe,
es un zombi que vaga dulcemente
sobre el metro cuadrado que separa
un cuerpo de su alma.
Y se pierde...
se pierde si un
espejo
enlaza la extensión de las miradas.
No existe más coherencia que el murmullo
de una imagen insólita
que llega sin jamás haberse ido.
Creemos conocernos, pero un día,
un día como tantos,
descubres un reflejo que te clava
el brillo de unos ojos
casi tuyos.
Luis Oroz.
8 comentarios:
Desde el primer poema tuyo que escuché, me robaste el alma. Hoy lo confirmo. Esto es poesía para un día perfecto. "Él levantó la mano anestesiada y me enseñó su página, una inyección espesa de palabras a medio transferir sobre sus venas."
Besos, poeta.
Entonces comprendí lo que pasaba;
un poeta no vive cuando escribe,
es un zombi que vaga dulcemente
sobre el metro cuadrado que separa
un cuerpo de su alma.
aqui me quedo, en esta lograda descripción del poeta.
Un beso
P.D. Tu hija también está hecha una princesa
En ese metro cuadrado, equidistante de mi cuerpo y de mi alma, leo este poema. Zombi, of course. Un abrazo
Un fuerte abrazo, Amando, de Zombi a Zombi.
Gracias por pasar.
Isolda, mil gracias por tu enorme generosidad, amiga.
Es un lujo disponer de tu profunda mirada poética.
Un besazo, compañera.
Muchas gracias, Sandra, por venir y por ser cómplice de esta locura versal que nos une.
Un beso, poeta.
buscando ubicar a mi papa me encontré un poeta con su mismo nombre....
es muy lindo lo que escribìs un beso a la distancia
Analia Oroz
(mi papa tiene 69 años, de poeta nada.. una simple coincidencia
Mil gracias, Analia.
Es muy bonito eso, encontrar la poesía a través de una búsqueda que implica igual o más sensibilidad.
Un abrazo, amiga.
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