TACTO Y ERROR
Por mucho que la mano se me llene de ti
para escribirte, para acariciarte
como cuando te quise
para escribirte, para acariciarte
como cuando te quise
arrancar esos pechos que fueron mi obsesión en la terraza
donde no había nadie sino tú con tu cuerpo,
tú con tu corazón y tu hermosura,
y con tu sangre adentro que te salía blanca,
reseca, por el polvo del deseo,
oh, por mucho que tú hayas sido mi perdición
hasta volverme lengua de tu boca,
ya todo es imposible.
Hubo una vez
un hombre, una vez hubo
una mujer vestida con la U de tu cuerpo
que palpitaba adentro de todas mis palabras,
los vellos, los destellos;
de lo que hubo aquello
no quedas sino tú sin labios y sin ojos,
para mí ya no quedas sino como la forma
de una cama que vuela por el mundo.
donde no había nadie sino tú con tu cuerpo,
tú con tu corazón y tu hermosura,
y con tu sangre adentro que te salía blanca,
reseca, por el polvo del deseo,
oh, por mucho que tú hayas sido mi perdición
hasta volverme lengua de tu boca,
ya todo es imposible.
Hubo una vez
un hombre, una vez hubo
una mujer vestida con la U de tu cuerpo
que palpitaba adentro de todas mis palabras,
los vellos, los destellos;
de lo que hubo aquello
no quedas sino tú sin labios y sin ojos,
para mí ya no quedas sino como la forma
de una cama que vuela por el mundo.
(Gonzalo Rojas )
5 comentarios:
Es muy buen poeta. Y veo que a ti también te gusta, pues creo recordar que no es el primer poema suyo que pones en tu blog. Abrazos. A ver si nos vemos algún día por ahí.
Feliz día del libro, entre renglones de plata, con la fuerza de los hilos de voz, o las palabras...
Un abrazo, amigo
Me alegra, Adolfo, la coincidencia de gustos poéticos.
Seguramente traiga algún que otro poema de él, porque en muchos de sus versos uno puede mirar de cara a la poesía, y descubrirse. Como un espejo situado en el lado más delgado de la vida.
Sería un placer compartir poesía y amistad contigo, Adolfo. Un abrazo hasta entonces.
Feliz San Jorje, Esmeralda.
Qué la palabra sea un hilo umbilical desde donde sabernos literariamente vivos.
A veces uno lleva más sangre dentro que fuera de las letras.
Un besazo, amiga.
Cuenta con ello, Luis. Tienes mi correo electrónico en el perfil del blog para lo que haga falta. Ya te escribiré yo para enterarme dónde vives, pues no lo tengo claro, pero una vez que lo sepa, si paso por tu ciudad, te aviso. Además me parece que la poesía tiene mucho de amistad dentro de uno mismo, amistad que en realidad viene de afuera -como la luz- y sale de nuevo, para volver a entrar y salir continuamente encontrando y descubriendo cosas. Un abrazo.
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