No estoy aquí , no vuelo entre vosotros,
no puedo ni siquiera presentir
la indiferencia de unos ojos nuevos.
Y sin embargo existo, me sujeto al olvido,
a la muerte que vibra, al silencio que nace, todavía
sigue ausente el Poeta,
y las palabras pisan su presencia, igual que entonces.
Luis Oroz.
10 comentarios:
A ver Oroz,,,,,,,,el poema precioso. menudo epitafio te has marcado.
La imagen genial´, porque cuanta gente querría poner algo así en la tumba de sus "amados" juasssssssss.
Buena mezcla para desdramatizar un poco la muerte.
Un beso.
Menudo epitafio. A eso le llaman sinceridad.
Un saludo.
¿Pero qué ojos van a sentir indiferencia ante semejante poema, que se yergue, sujetándose hasta all olvido para dejarnos, vibrando esa palabra que brota de unos labios y de unos dedos tan precisos...?
Gracias, Bleti, por pasar.
Esa era la idea, hasta la muerte tiene su gracia, siempre que pille un poco retirado.
Un beso Zamorano.
Mil gracias José Antonio.
Al menos que seamos sinceros cuando nadie puede replicarnos ;)
Un abrazo, amigo.
Indigo, tus palabras encienden el poema, y lo llevan como una antorcha, hasta esa oscuridad que hay al borde de la vida.
Mil gracias por todo.
Besazo.
Genial, Luis, no sobra ni falta nada. Tu calidad poética es tan grande que, digas lo que digas, la palabra se hace arte.
Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias, Julian, siempre he dicho que los ojos que miran hacen el poema. Y estar en tu mirada es sinónimo de inevitable sensibilidad.
Un fuerte abrazo, amigo.
Hola Luis, algo de tiempo ha pasado sin leerte, pero no puede ser definitivo, siempre se vuelve la vista a lo bueno.
Un abrazo
Hola Aigua, ya sabes que me alegra encontrarte, y que el cariño es intemporal y no entiende de horarios.
Mil gracias por tu huella, un fuerte abrazo.
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