Elogio del olvido
¿A qué grabar un nombre en las paredes,
manchar con torpes trazos la blancura
deslumbrante, impoluta, de la nada?
¿A qué este vano empeño de ir dejando señales,
de escribir en la arena, a resguardo del viento,
las triviales miserias que conforman tu vida?
Sobre las tercas líneas que dibujan un rostro
ha de pasar la mano piadosa de los años
borrando letras, sílabas, palabras sin sentido.
El papel en que escribes volverá a estar en blanco.
¿Y habrá dicha mayor que no haber sido?
(José Luis García Martín)
2 comentarios:
Tal vez quede siempre la dicha de, pese a ser sólo polvo en el camino, ser siempre "polvo enamorado". Un abrazo, Luis.
Es una visión optimista, Índigo.
La eternidad que sujeta tus comillas.
Fuerte abrazo.
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