Del Poemarío "Cuando la sombra es sombra"
¿Por qué razón la sombra de los árboles
se alarga cabizbaja -como extienden
sus brazos los mendigos-
implorando el amparo -no se sabe-
si del cielo o la tierra?
¿Por qué en su desnudez de leve talle
las ramas de los árboles fabrican
con la luz de la tarde las saetas
que dispara el invierno y que nos clavan
su aguijón de anestesia en el penúltimo
crepúsculo del alma?
No es limosna de sol lo que mendigan
ni lejanas bahías donde acuda
su cintura carnal a disolverse
en la humedad pluvial de nuestros labios,
no es el sueño infinito en que se viste
de blanquísimas albas la memoria
para nacer de nuevo como el llanto
surgido entre las cuerdas de una lira.
Se quejan, si es que es queja,
del autismo de un mundo acomodado
a guitarra y cervezas,
a relojes sin péndulo, a mentiras
con el cuerpo de vidrio y a montones
de mirlos inmolados sin que se haya
la escarcha asombrado en los naranjos.
Es voz cuanto reclaman, sólo voz,
o presencia o constancia entre las ruinas
que deja la palabra a ras de tierra
cuando el clamor acaba.
Quizás, porque no tienen
las pupilas azules de la infancia,
la longitud del día les permita,
en una extraña fórmula, aferrarse
desesperadamente a la esperanza.
Vicente Martín
Recitales y contemplación
-
Es triste estar "literalmente" aislado.
Uno no puede ampliar, como quisiera, su "mirada" poética.
Cuando se interactúa (físicamente) en actos "literar...
Hace 13 años
7 comentarios:
Gracias, Luis, por traer hasta aquí toda la luz de Vicente, su manera de traducir la vida, de transcribir los pájaros. Se nos ha ido uno de los grandes, un hombre bueno. Nos queda la estatura del agua por sus versos.
Ana Garrido
Inconfundible, Ana, Vicente ya vuela igual que su palabra, hacia campos abiertos, hacia eternidades. Un besazo, amiga.
Luis, no dudes que también estarás el día 30 con Vicente y con nosotros. Un abrazo.
Mil gracias, Paco, estoy seguro de que será un acto precioso, y que romperá esa etérea puerta que separa la ausencia de la estancia. Un fuerte abrazo, Poeta.
Me ha suscitado la lectura de este poema tras el cual está la firma de Vicente Martín un raro desasosiego, la percepción de la certeza de una ausencia más en la voz de la poesía; será porque hoy leo acompañado de otra noticia preocupante, angustiosa, sobre una amiga de toda la vida, o porque he evocado algunos momentos intensos del foro Poesía Pura, donde descubrí los poemas de Vicente. En fin, queda la lectura y queda el recuerdo.
Salud.
Julio G. Alonso
Pues si, Julio. La vida casi siempre es injusta. Y lamentablemente no deja de darnos terribles noticias.
Un fuerte abrazo, amigo.
Publicar un comentario